Musk, claro, no se quedó callado. En su red X, prometió plantar cara a los legisladores que apoyen la ley y hasta sugirió la creación del nuevo “Partido América”, que rompería el duopolio actual . Además, ofrece renunciar a todos los subsidios gubernamentales y lanzó un mensaje tan crudo como épico: “Corten todo. Ahora” .
Y mientras se disputa en el Senado el futuro del llamado “One Big Beautiful Bill”, el mercado ya reaccionó: las acciones de Tesla cayeron casi un 7 % tras las primeras amenazas presidenciales .
¿Qué implica todo esto?
Ciudadanía en jaque: Musk es ciudadano estadounidense desde 2002, así que cualquier reclamo de deportación debería pasar por un proceso legal complejo—y políticamente explosivo .
Subsidios en la mira: desde 2008 Musk ha recibido entre 21 y 38 mil millones USD en apoyo federal. Cortarlos podría afectar gravemente sus empresas .
Guerra política abierta: Musk amenaza con un nuevo partido y presión sobre los republicanos. Trump, por su parte, podría usar todo el peso de la presidencia (y del DOGE) para contraatacar.
El final está lejos de verse..
Este enfrentamiento entre dos titanes —el magnate tecnológico que se construyó a sí mismo y el presidente convertido en showman— dinamita alianzas pasadas y abre un frente político-económico de alto voltaje. ¿Podrá Musk resistir sin subsidios? ¿Servirá Trump la deportación en bandeja política? Las próximas semanas prometen ser de puro blockbuster político.